REVISTA DE CINE

viernes, 14 de enero de 2011

SOMOS GITANOS, SOMOS FLAMENCO

Entre todos hemos conseguido que la UNESCO declare al Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El Instituto de Cultura Gitana, fundación pública del Ministerio de Cultura, ha sido una de las instituciones que con su firma ha apoyado el expediente que finalmente ha conseguido convencer al jurado de la indudable importancia cultural del Flamenco. Enhorabuena a todos. Es posible que esta declaración no haga al flamenco más grande, pero es indudable que se multiplicarán las posibilidades de su difusión y ello es bueno para todos: para los artistas, para las industrias culturales, para la imagen de nuestro país, en definitiva, para la cultura española.


Desde su fundación el Instituto de Cultura Gitana reitera con humildad, pero también con convicción, que España también es gitana. La declaración de la UNESCO es la demostración más evidente de ello, porque a veces se olvida por diferentes razones que no pretendemos analizar ahora, que el Flamenco, que es de todos, también es gitano. Son obvias las aportaciones que ha recibido de diferentes culturas, pero basta hacer una relación rigurosa de sus creadores e intérpretes históricos para darnos cuenta que negar o minusvalorar la aportación gitana al flamenco es tan injusto como negar la aportaciones de las comunidades negras al jazz. Desde los primeros cantaores conocidos como Tío Luis el de la Juliana o El Planeta, hasta algunos mitos históricos como Enrique El Mellizo, Manuel Torre, Antonio Mairena, Carmen Amaya, Manolo Caracol, La Niña de los Peines o Camarón -por citar solo algunos de los que ya no están con nosotros- han sido los gitanos quienes han sustentado las raíces flamencas, y han sido las familias gitanas las principales depositarias de este arte y quienes lo han transmitido oralmente de generación en generación. Por otro lado, gran parte de la lírica flamenca revela una cosmovisión gitana y narra las fatigas por la supervivencia que ha soportado el Pueblo Gitano a lo largo de los siglos. Han sido tan grandes las duquelas que hasta quienes se arrimaban a los gitanos, aunque no fuesen tales, acababan sufriendo las mismas discriminaciones por juntarse con nosotros.



Desde un análisis social y antropológico el flamenco es, fundamentalmente, la música del Pueblo Gitano español, especialmente en Andalucía, y la de quienes han compartido nuestro sufrimiento. Hasta tal punto esto es así que durante mucho tiempo y aún en la actualidad, los gitanos eran los flamencos, con una clara dualidad identificativa que es definitoria de una realidad incuestionable. Gitanos, flamencos, calés, romaníes, en buena medida identifican el mismo grupo humano y su manifestaciones culturales, obviamente, son las mismas. Es más, en diferentes ciudades españolas, se prefiere utilizar la denominación “flamenco” para referirse a los ciudadanos gitanos porque, quizá, tiene un matiz más cultural que étnico e incluye a un sector social que ha elegido lo gitano porque su corazón late al compás de los gitanos, aun cuando su familia no fuese identificada como tal. El Flamenco es, por tanto, la filosofía musical de los flamencos, es decir, de los gitanos, sean de sangre o de sentimiento. Esta situación es claramente más perceptible en Andalucía, Extremadura o Murcia que han sido las comunidades autónomas iniciadoras de la candidatura ante la UNESCO, pero se hace extensible también a otras zonas de España.



El Flamenco no sólo es una música, es una filosofía cultural que se ha nutrido de valiosas aportaciones, pero es evidente que la contribución gitana no sólo no puede ser olvidada, sino que debe ser reconocida como decisiva y fundamental en el nacimiento y en el desarrollo de este arte.


España es un país brillante que, una vez más, se realza con este reconocimiento internacional de uno de sus tesoros culturales, y por ello el Pueblo Gitano debe estar de fiesta. Porque el reconocimiento de la UNESCO prestigia nuestros dos pilares identitarios: como gitanos y como españoles. Es nuestra mejor definición. Qué orgullo más grande haber nacido gitano en España y que nuestra manifestación cultural más genuina sea reconocida por la humanidad.


Correo electrónico para adhesiones: manifiestoflamenco@hotmail.com









2 comentarios:

  1. ¿Quién "se olvida que el flamenco también es gitano"? Yo no conozco a nadie, y llevo muchísimos años en esto. ¿A qué viene tanto racismo? Otros géneros musicales no tienen en cuenta las respectivas razas de los intérpretes. El racismo nunca es bueno para nadie. JAMÁS.

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  2. Estimada amiga, creo que el artículo del Instituto de Cultura Gitana no iba por ahí. Indudablemente que estoy de acuerdo con el fondo de lo que planteas. Aunque también veo motivo a la declaración de ICG. Esperemos que entre todos lleguemos a buen puerto.

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